Cada vez que empieza la campaña electoral, recuerdo una frase que un hombre me dijo una vez: "Para mí, mi campaña electoral empieza cuando acaban las elecciones y termina cuando empieza la campaña electoral oficial". Y es que es así: ahora nuestros queridos políticos se matan por aparecer en los medios, por ser simpáticos, por ser carismáticos (o intentar serlo)... Por caer bien, en general. Viajan por España con discursos llenos de esperanza y motivación, repletos de promesas maravillosas con unas esperanzas de futuro alentadoras...
¿Dónde coño estaba todo eso antes de las elecciones?
Resulta más que evidente que la política española está mal: es vaga, incongruente, corrupta, sorda, egoísta... No se nos puede hacer creer que está bien. Y digo yo ¿creen que en un mes de incesante publicidad, de largos discursos esperanzadores, de carteles por todas la ciudad... pueden hacernos cambiar de opinión? Sinceramente: creo que nos toman por idiotas. Si, por ejemplo, el PSOE hubiera llevado acabo una política eficiente esta legislatura, el propio pueblo debería votarlo sin necesidad de sobrecargarlo con molestos eslóganes y pegatinas. Y pasa lo mismo por el otro lado: si el PP hubiera hecho una buena oposición velando por el beneficio del país en lugar de meter constantemente el dedo en el ojo, el pueblo sabría que es el partido al que hay que votar como alternativa a un gobierno que funciona.
Sin embargo, si los políticos nos tratan de idiotas es porque, en buena medida, lo somos. No hay más que ver lo que pasó con Camps: se le acusa de casos de corrupción y no solo no le echan, sino que se le vuelve a elegir como líder político. En España hay un gran problema: no se vota con el cerebro, sino con el corazón. ¿Quién no ha escuchado la famosa frase "¡Yo soy del PP de toda la vida!"? O del PSOE: me da igual. Si eres de un partido "De toda la vida" (Y no son pocos los que piensan así en España) da igual que tu partido haya promulgado la quema de vírgenes como festividad nacional: les vas a seguir votando.
Todo esto que escribo es, por supuesto, mi opinión: es bastante probable que me equivoque, pero como en este país está tan de moda hablar de lo que no se sabe, me aprovecho. Aún así, aunque me equivoque, hay una cosa de la que estoy absolutamente convencido: nos falta espíritu crítico. Nos cuesta pensar por nuestros propios medios: nos da pereza, ¡ya pensará otro por nosotros!. Y lo más gracioso es que, cuando recogemos el fruto de nuestra desidia intelectual, nos quejamos con una increíble indignación: ¿cuánta gente habrá que pasa totalmente de la política y después protesta furioso sobre lo mal que va el país? Si tan molesto nos resulta, hagamos algo por cambiarlo. Tengamos espíritu: pensemos, tomemos nuestras propias decisiones.No podemos exigir líderes inteligentes si no somos un pueblo inteligente.
Que no nos engañen con la campaña cirquense.
Que no nos engañen con la campaña cirquense.
Totalmente de acuerdo. Y realmente creo que no nos podemos quejar de los políticos: si tienen que representar a la mayoría, hace un magnífico papel.
ResponderEliminarPorque, en efecto, la mayoría es lo suficientemente idiota como para votar por costumbre, sin interesarse.
Supongo que, de alguna manera, mientras que la gente se lo merezca, será "castigada" con políticos payasiles y circos electorales. Una pena que nos coja también a los que, aunque sea un poquito, intentamos tomárnoslo en serio.
Y bienvenido al blog ^^
Arroba/Greezael
Soy de tu misma opinión y la de Greezael. Si queremos un pais con un gobierno serio, tenemos que ser serios al elegirlo. Bienvenido ^^
ResponderEliminar